sábado, 22 de septiembre de 2007

Teorias de la Comuniacion "Jürgen Habermas"




Jürgen Habermas (Düsseldorf ,1929) es un pensador y filósofo alemán.
Estudió filosofía, psicología, literatura alemana y economía en la Universidad de Gotinga, Zúrich y Bonn, donde defendió su tesis doctoral sobre Schelling. De 1956 a 1959 fue ayudante y colaborador de Adorno en el Instituto de Sociología de Fráncfort del Meno. En 1961 defendió su habilitación, centrada en el concepto de lo público (Öffentlichkeit). Entre 1964 y 1971 ejerció como profesor en la Universidad de Fránkfurt, y se convirtió en uno de los principales representantes de la Teoría Crítica. De 1971 a 1983 se desempeñó como director en el Instituto Max Planck para la "investigación de las condiciones de vida del mundo técnico-científico".



En 1976 desarrolla la teoría de la acción comunicativa con la intención
de lograr una reconstrucción del materialismo histórico. Critica
fuertemente al marxismo por descuidar el aspecto superestructural
y hacer fuerte hincapié en lo económico- material. En 1981 su interés
se centra en la filosofía práctica: moral, ética, derecho y justicia. La noción clave es la idea de “comunidad ideal de comunicación”.

En 1981 publica su monumental obra “Teoría de la acción comunicativa”. Es una obra sociológica, una teoría global de la sociedad: el origen, la evolución y las patologías de la sociedad. Habermas abandona el programa de la filosofía de la conciencia o del sujeto y se ubica en el de la intersubjetividad comunicativa o del entendimiento lingüístico. Desde este punto de vista, considera entre otras cosas que el modelo de acuerdo con el cual hay que pensar la acción social no es ya el de una acción subjetiva orientada por fines egoístas de sujetos individuales, sino el de una acción orientada al entendimiento en el cual los sujetos coordinan sus planes de acción sobre la base de acuerdos motivados racionalmente, a partir de la aceptación de pretensiones. La pragmática universal intenta identificar y reconstruir las condiciones universales de todo entendimiento posible en el medio específico del habla.
Junto con el concepto de acción comunicativa, Habermas introduce una noción complementaria: el mundo de la vida, único horizonte desde el cual y sobre el cual puede producirse la reproducción simbólico-social en acciones lingüísticamente mediadas.
Sin embargo, una teoría sociológica no puede reducirse a mera teoría de la comunicación sino que se requiere además de una teoría sistémica. La sociedad queda así enfocada como mundo de la vida por un lado, como sistema por otro. Con estos elementos puede afrontar el carácter paradójico del proyecto ilustrado: la creciente racionalización del mundo de la vida corre paralela a la creciente complejidad sistémica. Esta última desborda su esfera propia y “coloniza” el mundo de la vida: de ahí la pérdida de sentido y libertad.



Habermas para usar el concepto de mundo para una teoría de la acción lo modifica en tres sentidos:
a. Sustituye el concepto ontológico de mundo por un concepto de mundo que se plantea en términos de teoría de la constitución de la experiencia y adopta la pareja conceptual «mundo» y «mundo de la vida». La tradición cultural compartida por una comunidad es la que forma el "mundo de la vida" que los miembros individuales encuentran ya interpretado en lo que atañe a su contenido. El "mundo de la vida" constituye el trasfondo de la acción comunicativa. En este sentido, la teoría popperiana del Mundo3, explica cómo los contenidos semánticos de la cultura y los objetos simbólicos pueden concebirse como algo en el mundo y distinguirse como objetos de nivel superior, de los eventos físicos (observables) y de los eventos mentales (vivenciables).
b. La necesidad de sustituir la versión cognostivista unilateral del concepto de espíritu objetivo, superándola con un concepto de saber cultural como diferenciado en distintas pretensiones de validez.
c. Habermas mantiene que sólo el mundo objetivo se puede entender como correlato de la totalidad de los enunciados verdaderos. Son por otra parte, los tres mundos los que constituyen conjuntamente el sistema de referencia que los participantes suponen en común en los procesos de comunicación. "Con este sistema de referencia los participantes determinan sobre qué es posible en general entenderse." (HABERMAS, 121)
Habermas emplea la teoría del "Tercer Mundo" de Popper para establecer los presupuestos ontológicos sobre los que apoyar la explicitación de los conceptos sociológicos de acción. Propone cuatro ideas básicas:Concepto de "Acción teleológica". "El actor realiza un fin o hace que se produzca el estado de cosas deseado eligiendo en una situación dada, los medios más congruentes, y aplicándolos de manera adecuada. El concepto central es el de una decisión entre alternativas de acción, enderezada a la realización de un propósito, dirigida por máximas y apoyada en una interpretación de la situación."
Este tipo de acción se amplía y transforma en "Acción estratégica" al incluir las expectativas de decisiones de otros agentes, en el cálculo del éxito. Este segundo concepto lo asociamos en la clasificación que estamos realizando al primero.
El concepto de "Acción regulada por normas" se refiere a los miembros de un grupo social que orientan sus acciones por valores comunes. Las normas expresan acuerdos existentes en el grupo social. El concepto de "observancia de una norma" implica el cumplimiento de expectativas generalizadas de comportamiento.
El concepto de "Acción dramatúrgica" hace referencia a participantes en una interacción que constituyen un público ante el cual se ponen a sí mismo en escena. "En la acción dramatúrgica, los implicados aprovechan esta circunstancia y gobiernan su interacción regulando el recíproco acceso a la propia subjetividad, la cual es siempre exclusiva de cada uno." El concepto central es el de "autoescenificación", implicando éste una estilización de la expresión de las propias vivencias.
El último concepto y central en esta teoría es el de "Acción comunicativa". Con éste se refiere a la interacción de por lo menos dos actores capaces de desarrollar un lenguaje y de acción que establecen una relación interpersonal. En este contexto, los actores buscan entenderse sobre una situación de acción para poder así coordinar de común acuerdo sus planes de acción y con ello sus acciones. El concepto central es "interpretación", refiriéndose principalmente a la negociación de definiciones de la situación. El lenguaje ocupa en este esquema un lugar fundamental. (HABERMAS, 122-124)
En la "Acción comunicativa" (de ahora en adelante AC) el entendimiento lingüístico aparece como un mecanismo de coordinación de la acción. En el resto de acciones el lenguaje sólo aparece en algunos de los aspectos que éste ofrece, es en la AC donde aparece como un medio de entendimiento en sí. "Qué el entendimiento funcione como mecanismo coordinador de la acción sólo puede significar que los participantes en la interacción se ponen de acuerdo acerca de la validez que pretenden para sus emisiones o manifestaciones, es decir, que reconocen intersubjetivamente las "pretensiones de validez" con que se presentan unos frente a otros". (HABERMAS, 143) .